¡Camaradas campesinos!
El campesinado trabajador de Ucrania
lucha desde hace muchos años contra sus enemigos y opresores de
siempre. Millares los mejores hijos de la revolución cayeron en la
lucha por la emancipación total de los
trabajadores de todo yugo.
El verdugo Denikin ha recibido un golpe mortal a manos de los
heroicos esfuerzos del
ejército insurreccional de Ucrania.
Los campesinos insurrectos, encabezados
por su guía – Batko Makhno – permanecieron muchos meses detrás
del
enemigo, las guardias blancas, rodeado por un enemigo diez veces
superior, diezmados por la más espantosa
enfermedad – el tifus –
por culpa de la cual cada día morían varios centenares de los
mejores combatientes de sus
filas; careciendo de municiones, todos
ellos se lanzaban sobre el enemigo con armas blancas, y bajo su
poderoso
asalto las mejores tropas denikistas huyeron: las unidades
de los generales Chkuro y Mamontov.
Al precio de increíbles esfuerzos y de
la sangre derramada por los mejores combatientes, los campesinos
insurgentes destruyeron la parte trasera de Denikin y abrieron el
camino para los hermanos del Norte, campesinos y
obreros, a causa de
las hordas de Denikin, los camaradas del Ejército Rojo entraron en
Ucrania los obreros y los
campesinos del Norte.
Ante el campesinado trabajador de
Ucrania se ha planteado la cuestión (además del problema general de
la lucha
contra los blancos) de la edificación de un verdadero
orden soviético, en el cual los soviets elegidos por los
trabajadores serían los servidores de la gente, ejecutando las
decisiones que tomaran los mismos trabajadores en
un congreso
pan-ucraniano de trabajadores.
Sin embargo, los dirigentes del Partido
Comunista, que habían hecho del Ejército Rojo un instrumento ciego y
dócil
para defender la comisariocracia, comenzó a difundir el lodo
y las peores calumnias sobre los mejores líderes de los
insurgentes, habiendo decidido "quitarse la astilla" y
destruir el movimiento revolucionario que impedía a los señores
comisarios dominar a los trabajadores de Ucrania.
Los comisarios ven a los trabajadores
como "material humano", como dijo Trotsky en una
conferencia, sólo la carne
de cañón que se puede lanzar contra el
orden imperante, pero a los que en ningún caso se les puede otorgar
el
derecho a crear ellos mismos, sin la ayuda de los comunistas, sus
propio camino y su propio orden.
¡Camaradas campesinos!
El ejército insurreccional de Ucrania
viene de vuestro entorno.
Vuestros hijos, vuestros padres y
vuestros hermanos han llenado nuestras filas. El ejército
insurreccional es vuestro
ejército, vuestra sangre, vuestra carne.
Habiendo sacrificado decenas de miles de víctimas, el ejército
insurgente ha
luchado por el derecho de los trabajadores a construir
su propio orden, a decidir por sí mismos de sus bienes y no
para
dejarlo todo en las manos de los comisarios.
El ejército insurreccional combatió y
combate por los verdaderos soviets, y no por las Chekas y la
comisariocracia.
Desde el tiempo del verdugo – el Hetman – los
alemanes y Denikin, los insurgentes se levantaban en masa contra
los
opresores para defender al pueblo trabajador.
Ahora también el ejército insurreccional considera su deber sagrado defender los intereses
del campesinado
trabajador contra las tentativas de los señores
comisarios de enganchar a su carro a los campesinos de Ucrania.
El ejército insurreccional conoce muy
bien a estos "recién llegados" y se acuerda bien de estos
comisarios
"libertadores". El autócrata Trotsky ordenó
desarmar el ejército insurreccional, creado por los mismos
campesinos
en Ucrania, porque sabe bien que mientras los campesinos
posean su ejército, defendiendo sus intereses, jamás
podrá
obligar el pueblo trabajador de Ucrania a marchar bajo su bastón.
L'armée insurrectionnelle, ne voulant
pas faire couler le sang fraternel, en évitant des heurts avec
l'armée rouge et en
se soumettant seulement à la volonté des
travailleurs, montera la garde pour préserver les intérêts des
travailleurs et
ne déposera les armes que sur l'ordre d'un congrès
libre panukrainien des travailleurs, où les travailleurs
exprimeront
eux-mêmes leur volonté.
El ejército insurreccional, no
queriendo hacer correr la sangre fraternal, evitando enfrentamientos
con el Ejército Rojo
y sometiéndose solamente a la voluntad de los
trabajadores, hará guardia para preservar los intereses de los
trabajadores y sólo dejará las armas más que por orden de un
Congreso Libre pan ucraniano de trabajadores, donde
los mismos
trabajadores expresarán su voluntad.
El ejército insurreccional – la
espada en las manos de trabajadores – os llama, compañeros
campesinos, a convocar
de inmediato vuestro propio congreso de
trabajadores y a tomar en vuestras propias manos la construcción de
vuestro futuro y de la felicidad de vuestras riquezas trabajadoras.
Es cierto que los comisarios sedientos de poder
tomarán todas las
medidas necesarias para impedir la celebración de un congreso libre
de trabajadores, es por esto
que por los intereses de los propios
trabajadores no se debe permitir dejar aplastar el Congreso por los
comisarios,
deberá celebrarse en la clandestinidad y en un lugar
secreto.
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